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Cómo diferenciar la tristeza de la depresión

A menudo nos encontramos al teléfono con personas que nos dicen «tengo depresión». Es muy común que se confunda la tristeza con la depresión y es por eso que hoy os queremos hablar de las diferencias que hay entre ambas. 

La tristeza es una de las emociones básicas que puede sentir el ser humano y surge en respuesta a una situación comprometida. Cuando la sentimos no nos gusta pero nos permite expresar el dolor que sentimos y nos da recursos para afrontar situaciones similares en un futuro. 

La depresión en cambio, es un trastorno psicológico del estado de ánimo donde el malestar se presenta de manera crónica. La apatía, la angustia, el sentimiento de desesperanza, la culpa, la visión negativa de las cosas, el insomnio, la tristeza y cambios de apetito son algunos de los sentimientos habituales que sufren las personas que la padecen.  

Como podéis ver la tristeza está presente en ambas, aunque en la depresión se presenta con mayor intensidad.

¿Entonces cómo podemos diferenciarlas?

Debemos de fijarnos en la intensidad, duración y en el motivo de aparición. 

  • Tristeza: es menos intensa que la depresión, tiene una duración de días o semanas y se suele saber el motivo que la provoca (ejemplo: perder un trabajo). 
  • Depresión: es muy intensa, puede durar meses incluso años y no se suele saber identificar concretamente el motivo del malestar o del mecanismo que la provoca.

En ocasiones, la tristeza pasajera se puede prolongar en el tiempo y convertirse en una depresión. Es entonces cuando la persona tiene falta de motivación por las cosas, su energía es muy bajita, incluso puede llegar a abandonarse higiénicamente. 

Cuando el estado de ánimo afecta de manera grave en las actividades de la vida diaria como comer, estudiar, trabajar y dormir, es importante pedir ayuda a profesionales y comenzar un tratamiento lo antes posible. Normalmente se realiza una intervención psicológica y, si la situación lo requiere, se complementa también con un tratamiento farmacológico. En todo caso, siempre es recomendable consultar y asesorarse con profesionales especializados en el campo, en este caso de la psicología y de la psiquiatría. 

Si en algún momento te sientes así, no dudes en contactarnos, te escucharemos y te cuidaremos. 

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