Problemas de conducta
Los niños o adolescentes con trastornos de conducta tienen comportamientos de desafío a las figuras de autoridad, enfrentamientos con los adultos o con los iguales, episodios de agresividad física o verbal. Suelen perder la calma con facilidad y se molestan o enfadan por cualquier cosa. Son muy discutidores, molestan a los demás. En el peor de los casos, pueden verse involucrados con frecuencia en peleas (a menudo las inician ellos mismos) o tener un comportamiento agresivo y acosador hacia otros o propiedades.
Cuando hablamos de trastornos de la conducta describimos un comportamiento que consideramos socialmente inaceptable. Perjudicándose así misma la persona que lo padece, sufriendo como consecuencia un deterioro social, académico, cognitivo y emocional.
En algunos casos este trastorno puede ser consecuencia de otro trastorno, como por ejemplo: de un trastorno depresivo, de un trastorno por déficit de atención con hiperactividad TDAH o de un trastorno psicótico.
¿La detección precoz es importante para su correcta actuación?
La detección precoz es fundamental para tratar adecuadamente al niño y tratar de evitar que la conducta perturbadora y conflictiva se establezca como una norma, estilo o hábito de comportamiento en este niño o adolescente. Se puede detectar un trastorno de conducta desde la primera infancia, aunque el tratamiento pueda ser distinto a cada edad.