1. Mantente activo.
Es importante que disfrutemos las vacaciones haciendo aquello que nos agrada. Mantenerse activo no significa realizar muchas actividades hasta estar cansados, sino que se trata de que aprovechemos el tiempo libre. La actividad física, caminatas por la playa o la montaña suelen ser actividades que tienen un buen balance entre mantenerse físicamente activo y mentalmente despejado.
2. Conecta con la gente que enriquece tu vida.
Las vacaciones son una oportunidad para encontrar momentos para compartir con aquellas personas que enriquecen social y emocionalmente nuestras vidas. Tómate un tiempo para compartir una parte de las vacaciones con tus seres queridos. Las relaciones sociales satisfacen la necesidad de filiación, que es una de las principales motivaciones humanas.
3. Tómate un tiempo para ti mismo.
Es importante que cada día tengamos un momento para nosotros mismos, desde darse un baño relajante, leer un libro, ver una película o navegar por internet. Se trata de que nos dediquemos día a día, al menos entre 15 y 30 minutos, a cuidarnos a nosotros mismos.
4. Evita hábitos poco saludables.
Las comidas en exceso y el aumento en el consumo de bebidas alcohólicas suelen estar presentes en las vacaciones. Destinar las vacaciones a comer y beber sin restricciones sobrecarga tu organismo e impide que el sueño sea reparador. Además, a medio y largo plazo el consumo de alcohol diario favorece los estados de ánimo depresivos y ansiosos.
5. Desconecta del trabajo.
Puede ser muy beneficioso que desconectes el email profesional de tu Smartphone y/o Tablet. Es importante no estar pendiente del email y estar lo más aislados posibles del entorno laboral. Si se nos ocurren ideas o cosas que plantear en el trabajo, podemos anotarlo todo en una libreta y comunicarlas a la vuelta de las vacaciones. Hemos de comprometernos con nosotros mismos y darla a las vacaciones la función que han de tener.
6. Mantener rutinas de sueño y descanso adecuadas.
Tómate el tiempo que necesites para descansar y dormir, el máximo dentro de tus posibilidades. Durante el verano las calles por la noche suelen estar más transitadas, y si se da el caso en que te encuentras de vacaciones en un ambiente ruidoso, es recomendable que utilices herramientas para eliminar el ruido. Por ejemplo, puedes utilizar tapones de oído que te permitan descansar sin despertares repentinos durante la noche.
7. Esfuérzate por mantenerte concentrado en el momento presente.
Como seres humanos, siempre estamos pensando en el pasado y en el futuro. Nuestra mente tiende a proyectarnos hacia estos momentos y se nos escapa lo que realmente está ocurriendo día a día. Por ello, un buen ejercicio es estar pendiente de lo que ocurre en el exterior a cada momento. Cuando percibas que tu mente te ha llevado a perderte en pensamientos y momentos del pasado/futuro, haz un esfuerzo por volver a concentrarte en lo que está ocurriendo en el aquí y ahora.
8. Planifica actividades para mantener a los niños entretenidos.
Si tienes niños en tu familia, sería adecuado que planificaras un par de actividades para mantenerlos entretenidos durante las vacaciones. Los niños no saben como lidiar con el aburrimiento, por ello, infórmate sobre sitios en donde realicen actividades a las que puedan acudir. De este modo, te aseguras el disponer de momentos para ti mismo.
9. Establece una comunicación positiva con quienes compartas tus vacaciones.
Muchas veces, destinamos las vacaciones a pasar tiempo con la familia y nuestra pareja. Al incrementar en tiempo que pasamos juntos también se incrementa la posibilidad de encontrar puntos de desacuerdo y discutir. Establece una comunicación positiva con quienes te rodean. Un buen método es referirnos a situaciones y comportamientos que no nos han gustado, sin personalizar. Y sobre todo, explicar cómo queremos que se actúe la próxima vez para que la situación desagradable no vuelta a ocurrir.
10. Evita destinar las vacaciones a pensar en aquellos temas que te preocupan.
Siempre que sea posible, comprométete contigo mismo para abordar los temas que te preocupan después de las vacaciones. Los problemas seguirán allí y si destinas tus vacaciones a desconectar de los mismos, te sentirás más fuerte y mejor preparado para enfrentarte a ellos cuando vuelvas a la rutina.
Este verano, ¡dedícate a cuidarte!
Julia Marquez (Psicóloga Neuroespai)