La semana pasada volvimos a la radio para hablar sobre la autoestima, un tema recurrente en nuestras visitas.
La autoestima es un concepto que se ha empezado a utilizar en nuestras conversaciones diarias desde hace ya un tiempo y se refiere a aquellos pensamientos, sensaciones y opiniones que tenemos sobre nosotros mismos. Una de las cosas más importantes que comentamos en la entrevista es que la autoestima no es fija, puede cambiar dependiendo de la manera en que pensamos. Con el tiempo, los hábitos y los pensamientos negativos sobre uno mismo pueden afectar a la autoestima.
A veces no nos damos cuenta de que tenemos pensamientos negativos sobre nosotros rondando la mente todo el día. La buena noticia es que la manera en la que pensamos sí depende de nosotros, por lo que cambiar la manera en la que pensamos puede cambiar la manera en la que nos sentimos y esto retroalimenta positivamente nuestra autoestima.
Os dejamos unos consejillos para mejorar la manera que tenemos de sentirnos con nosotros mismos:
Empieza a utilizar bien tu sentido de la crítica. Darse cuenta de las cosas que uno se dice a sí mismo y plantearse si se lo diría a su mejor amigo. Si tenemos la costumbre de criticarnos, hay que entrenar estos pensamientos para destacar también los aspectos positivos.
Céntrate en lo que te va bien a ti. Si sólo somos capaces de estar pendientes de los problemas, sólo habrá problemas! Cada noche, escribe en un papel 3 cosas positivas sobre ti mismo y 3 cosas que han ido bien gracias a una acción o esfuerzo propio, por mínimo que sea.
Valora el esfuerzo por encima de la perfección. A veces nos bloqueamos por la presión que ejercemos sobre nosotros mismos por ser perfectos. Se pierden muchas oportunidades por no intentarlo! Si pensamos “No voy a ir a la fiesta porque no me lo voy a pasar bien”, seguro que la fiesta será divertida para otras personas.
Los errores son oportunidades de aprender. Aceptar que nos podemos equivocar no es fácil. Pero equivocarse forma parte del aprendizaje. Para todo el mundo! En lugar de martirizarnos porque “siempre la cagamos”, podemos preguntarnos: ¿puedo hacer algo diferente la próxima vez?
No te quedes para ti los insultos. Devuélveselos al que insulta.
Sentirse inferior, si te dejas. Compararse con los demás y pensar que “él es mejor que yo, no soy bueno en futbol, debería dejar de jugar” es un recorrido del pensamiento que nos lleva a sentirnos inferiores. No por lo que piensan los demás de nosotros, sino por el recorrido que hacemos en nuestros pensamientos.
Todos hacemos algo bien. Por insignificante que nos parezca. Pensar: “bien, él es mejor que yo jugando a fútbol, pero es que a mí se me da mejor tocar la guitarra que jugar al fútbol, aun así, voy a seguir jugando a fútbol porque me gusta y me lo paso bien”, supone un cambio de pensamiento y de perspectiva con respecto a lo que siento, a la aceptación de mí mismo.
Probar cosas nuevas! Cuando llevamos mucho tiempo sin hacer cosas, acabamos pensando que no sabemos hacer nada o no somos capaces de disfrutar de nada. Empezar a probar cosas nuevas, supone estimularnos y re-descubrirnos. Experimentar nuevas situaciones puede ayudar a cambiar los pensamientos y opiniones de nosotros mismos, lo que sube la autoestima.
Acepta cumplidos. No resulta sencillo ni creíble cuando la autoestima está baja. Tómalo como un ejercicio de dar y recibir, que abre puertas a la
Acepta que hay cosas que puedes cambiar y otras que no. Si te sientes a disgusto con algún aspecto de ti mismo que puedes cambiar, empieza hoy mismo. Pero si se trata de alguna cosa que no puedes cambiar (tu estatura, por ejemplo), trabaja la aceptación. Obsesionarse con los defectos tiene un impacto directo en la opinión sobre uno mismo y sobre la autoestima.
Si tienes ganas de saber más sobre la autoestima, aprender a quererte o fortalecer aquellos aspectos positivos que están “adormecidos”, Neuroespai es tu centro de psicoterapia. Hay muchas otras cosas que podemos enseñarte para encontrar tu camino, empieza por ti mismo/a.
Amalia Muñoz (Directora Neuroespai)