A lo largo de nuestra vida, probablemente conoceremos a alguien que sufrirá un ictus, un traumatismo craneoencefálico, un tumor, un proceso neurodegenerativo u otra enfermedad que provoque una lesión neurológica.
Todas provocan un daño cerebral en mayor o menor medida, en función de la localización, extensión y gravedad de la lesión, pudiendo aparecer una serie de secuelas, algunas visibles y otras invisibles. Pero que afectarán en el día a día, tanto a la hora de caminar, hablar, comer, vestirse, atender, recordar, y/o comportarse, etc…y cambiarán no sólo la calidad de vida de las personas que lo sufren, sino también de sus familiares.
Por lo que la neurorrehabilitación supone el siguiente paso tras el alta hospitalaria. Inicialmente la preocupación principal es el estado médico, pero cuando se estabiliza y el familiar sale del hospital, no termina el proceso de mejora. Si las secuelas no han desaparecido se debe de continuar con un proceso de neurorrehabilitación, aunque haya pasado tiempo desde la lesión.
Este tratamiento neurorehabilitador consiste en un abordaje multidisciplinar, por parte de distintos profesionales de la rehabilitación, como neurofisioterapeutas, neurologopedas, neuropsicólogos, etc. que trabajarán para mejorar, de manera directa y junto con el paciente, las alteraciones resultantes de la lesión cerebral y su influencia en la funcionalidad personal.
Para ello, tras una evaluación inicial de todos los profesionales, desarrollarán un plan terapéutico de intervención, personalizado, de cara a poder abordar las alteraciones y los objetivos de la familia y del paciente. Aplicando diferentes técnicas en cada uno de los ámbitos necesarios, para estimular el sistema nervioso y potenciar su recuperación, además de ayudar a compensar las dificultades funcionales del día a día.
Los distintos profesionales, irán revisando y adaptando el tratamiento en función de los objetivos de cada paciente y en base a su evolución a lo largo del proceso rehabilitador. Pasando por distintas fases, una fase inicial más intensiva, para posteriormente iniciar una fase de mantenimiento, reduciendo progresivamente el soporte que proporciona el profesional, hasta la realización de visitas de control.
El tratamiento neurorehabilitador, no sólo está centrado en la mejora del paciente, sino también en sus familiares. La familia juega un papel determinante en el proceso rehabilitador. No es posible realizar una adecuada neurorrehabilitación si la familia no es un miembro más de este equipo, proporcionando información sobre los objetivos, técnicas y aprendizajes entrenados, así como ser gruía para el paciente sobre la realización de estas mismas técnicas y aprendizajes en los contextos en los que no está el profesional. Además, la familia es uno de los elementos esenciales en la adaptación del entorno más cercano a la nueva situación y a los cambios que se dan en el paciente tras una lesión neurológica. Por lo que el soporte emocional es clave en poder conseguir esta adaptación. El paciente debe adaptarse a un “nuevo” contexto, pero la familia debe de adaptarse a un “nuevo” familiar. Siendo clave aquí, el soporte y guía de los profesionales para ayudar en esta adaptación.
Si bien este tratamiento neurorehabilitador no sólo es exclusivo de población adulta, sino que es muy importante en población infantil. No podemos olvidarnos de la Neurorehabilitación Pediátrica, de cara a trabajar con niños tanto que han presentado una lesión neurológica adquirida, como una alteración en el proceso de desarrollo. Em este ámbito, los profesionales de la neurorrehabilitación trabajarán para estimular el neurodesarrollo, y abordar las dificultades físicas, cognitivas y de comunicación que pudieran aparecer a lo largo de esta etapa infantil, de cara a minimizar las dificultades tanto actuales como futuras.
Por lo que, tras una lesión de origen neurológico, el proceso de recuperación no se ha terminado. Se puede seguir ayudando a nuestro cuerpo y a nuestro cerebro, para reducir las dificultades, mejorar la calidad de vida y la adaptación al nuevo día a día. Y este camino no se tiene porqué hacer sólo, os podemos ayudar en este proceso, siendo compañeros de viaje temporales, que os ayudarán a mejorar.
Por lo que recuerda, no todo está perdido, la Neurorehabilitación puede hacer mucho por vosotros.
Juan L. García (Neuropsicólogo Clínico y Doctor en Psicología).