Los trastornos del aprendizaje son una de las preocupaciones de muchos padres con hijos que tienen dificultades en el colegio.
Los trastornos de lectura, los de la ortografía y los de cálculo son los que forman parte de este grupo de problemáticas que pueden mostrar algunos niños y niñas. Hoy hablaremos del trastorno de la capacidad de cálculo, también denominado discalculia del desarrollo.
Este trastorno se caracteriza por una baja capacidad para el procesamiento numérico y el cálculo, transformándose en un bajo rendimiento en matemáticas, y en general un buen rendimiento en las otras asignaturas.
¿Cómo se diagnostica?
Para diagnosticar este trastorno es necesaria una evaluación neuropsicológica completa que estudie las capacidades numéricas y de cálculo mediante pruebas muy específicas. Además, es necesario evaluar la capacidad intelectual total del niño/a a fin de saber que realmente el bajo rendimiento únicamente se encuentra en ésta área, así como otras funciones cognitivas como la memoria, la atención, las capacidades visuo-espaciales y visuo-perceptivas y las funciones ejecutivas.
Los resultados de esta evaluación se comparan con los resultados esperables según la edad y el curso escolar del niño (baremos de la población específica). El diagnóstico de discalculia requiere que los resultados de la evaluación en cuanto a capacidades de cálculo se encuentren dos cursos académicos por debajo del esperado.
¿Puede haber más dificultades en otras áreas?
A menudo este trastorno del aprendizaje puede darse juntamente con otras dificultades u otros trastornos del aprendizaje, como dificultades en la leco-escritura o con otros trastornos como el trastorno de atención. Los estudios realizados al respecto muestran que hay un 30% de los niños que muestran una combinación de éste tipo de dificultades. No obstante, hay que tener en cuenta que el niño debe rendir significativamente peor en los procesos de cálculo en relación a su inteligencia general, para poder hablar de discalculia.
¿Cuáles son sus causas?
La etiología de este trastorno del aprendizaje es aún poco conocida, pero diversos estudios determinan que tiene que ver con una combinación de diversos factores, de entre los que destacan una predisposición genética, distintas anormalidades neurológicas así como variables ambientales.
Signos de alerta:
En general, cuando nuestro hijo tiene claramente dificultades con esta asignatura y observamos un claro desfase con la edad, debemos empezar a alertarnos. Algunas conductas que pueden ayudarnos a identificar los problemas son:
– Se utilizan los dedos para contar
– Hay muchas dificultades para contar hacia atrás
– Es muy difícil hacer cálculos aproximados
– Cuesta manipular cifras grandes, como los centenares o los miles
– Hay dificultades para saber qué operación hay que aplicar para resolver un problema
– Cuesta mucho memorizar las tablas de multiplicar
– Hay errores en la escritura de los números
– Pasa mucho tiempo en completar las tareas de matemáticas, pero no obtiene resultados positivos
– Los profesores detectan un rendimiento inferior al esperado en éste área
¿Qué podemos hacer?
Si sospechamos que nuestro hijo o hija puede tener dificultades en los procesos de adquisición del cálculo y los procesos numéricos, lo más importante es ponerse en contacto con un profesional, neuropsicólogo infantil, qué pueda realizar un diagnostico certero, y en caso que se diagnostique un trastorno del cálculo, el profesional le orientará al respecto de cómo tratar el problema.
La reeducación es el tratamiento a elegir, y en cada caso debe orientarse dependiendo de los resultados obtenidos en la evaluación neuropsicológica realizada.
Enlaces de interés:
Jordina Tor Fabra (Psicóloga y Neuropsicóloga)