Uno de los servicios que ofrecemos en Neuroespai es la terapia familiar. Este es un tipo de psicoterapia orientada a mejorar la interacción entre los miembros de una familia, así como la reducción de conflictos y malestar. A diferencia de la terapia individual, la terapia familiar se organiza en torno a las relaciones existentes entre el paciente identificado (el familiar que tiene síntomas o por el que los otros miembros están preocupados) y los miembros de la familia afectados por el problema o motivo de consulta. En este tipo de terapia se suele trabajar con varios miembros de la familia en la misma sesión, aunque esto no siempre es necesario o posible.
La diferencia entre la terapia individual y la familiar o de pareja es la perspectiva que tiene el terapeuta sobre el problema, más que el hecho de que haya más participantes en las sesiones.
Este enfoque familiar contempla los problemas como patrones o sistemas que necesitan ajustes. Además, en lugar de centrarse en los problemas como parte de la persona, se conoce como un tipo de tratamiento basado en las fortalezas.
Las relaciones familiares son un aspecto básico de nuestras vidas y muy importantes para una buena salud mental. El grado de afectación de las relaciones familiares en la vida de las personas es muy alto, tanto si los miembros de la familia están como si no. La marca de la familia se lleva, como se dice popularmente “toda la vida”.
La terapia familiar está orientada a ayudar a los miembros de una familia a pasar por diferentes procesos médicos, adicciones, problemas de salud mental, conflictos cronificados o “rachas” complicadas.
Los motivos de consulta habituales en la terapia familiar son:
- Problemas en la escuela de niños, abuso de sustancias, trastornos de la alimentación.
- Un cambio importante o un suceso traumático que afecta a toda la familia (una mudanza, un desastre natural, un encarcelamiento de un miembro de la familia).
- La pérdida súbita de un miembro de la familia
- Las dificultades asociadas al paso de un ciclo vital a otro (por ejemplo el nacimiento de un hijo, un hermano, adopción, vuelta de hijos a casa, abuelos o parientes con Alzheimer)
- Divorcio
- El conflicto familiar, de hijos, de padres, etc.
El tratamiento familiar puede aportar resultados muy positivos en el curso de la terapia tanto a nivel terapéutico como relacional, el desarrollo y gestión de límites saludables entre los miembros de la familia, el fomento de la comunicación y la cohesión, la capacidad de solución de problemas, desarrollo de la empatía y reducción del conflicto familiar.
El número de sesiones es variable, depende de la situación y del trabajo del terapeuta, pero se contempla un promedio de unas 5-10 sesiones. Dado que las sesiones suelen ser más largas que las individuales (75-90 min), el coste de estas sesiones es más alto, pero se suele acudir menos veces en el tiempo (sesiones quincenales o mensuales) por lo que, en realidad, suelen ser tratamientos más baratos a largo plazo.
La terapia familiar es raramente demandada en la práctica clínica, salvo en algunos contextos específicos donde el servicio está centrado en entornos familiares. Aun así, es un enfoque que en nuestro centro nos permite complementar nuestras intervenciones individuales.
Si tienes alguna duda o estás interesado en este tipo de tratamientos, no dudes en consultar con nosotros.
Amalia Muñoz (Directora y Psicoterapeuta Neuroespai)