Primero todo debemos tener en cuenta que no existe un concepto de “normalidad” en cuanto al deseo sexual. El deseo varía en cada persona y depende de múltiples factores como pueden ser la cultura, la historia personal, las experiencias sexuales vividas, las características biológicas, etc.
Por ello hablaremos de deseo sexual hipoactivo cuando haya una disminución o ausencia permanente de las fantasías sexuales y motivación para acceder a las relaciones sexuales y estas causen un malestar significativo a la persona.
Hay distintos aspectos implicados en el deseo sexual que debemos tener en cuenta:
-Es necesaria una base neurofisiológica cuyo nivel de activación posibilite la aparición de la excitabilidad sexual. Los aspectos orgánicos como puede ser la edad, enfermedades (diabetes, insuficiencia cardíaca…), déficits hormonales, consumos de tóxicos, etc pueden ser la causa del deseo sexual hipoactivo.
-La necesidad de una disposición emocional y cognitiva básica que le permita a la persona sentirse abierta a la posibilidad de tener sentimientos sexuales y ser receptiva a los estímulos sexuales. Algunos de los aspectos psicológicos que pueden interferir directamente en el deseo sexual son: las creencias negativas hacia la sexualidad, emociones negativas hacia distintos estímulos sexuales, la vulnerabilidad en el desarrollo sexual, ansiedad de respuesta, vivencias traumáticas de carácter sexual, pobre imagen corporal, fatiga y estrés, la existencia de otras dificultades sexuales asociadas, o que la persona sufra problemas de tipo psicológico o psiquiátrico.
-Otro aspecto que muy importante a tener en cuenta es el aspecto relacional. Cuando en la pareja emergen pensamientos y sentimientos negativos, sean de tipo relacional o sexual, que no se llegan a resolver, se pueden convertir en un determinante inmediato de los problemas de deseo sexual. Los problemas más sutiles en la pareja pueden acabar causando un gran “enfriamiento”.
¿Sobre qué aspectos puede trabajar el psicólogo?
El psicólogo mediante la evaluación considerará qué aspectos pueden estar implicados en el deseo sexual hipoactivo ya sea en el hombre como en la mujer. El psicólogo puede intervenir sobre:
- Los aspectos emocionales y cognitivos de la persona ayudándole a tener una disposición psicológica positiva hacia las relaciones sexuales.
- Potenciando o generando inductores eficaces de sensaciones y sentimientos sexuales.
- Los problemas de tipo relacional que estén interfiriendo negativamente en la pareja y en el deseo sexual.
Cristina Pujol (Psicóloga)