Muchas de las personas que acuden a la consulta de un psicólogo lo hacen porque están ansiosas o se sienten tristes. Muchas otras, lo hacen porque están bloqueadas en algún tipo de situación o decisión.
Por ejemplo no saben si seguir con su pareja o separarse, no saben si cambiar de trabajo o seguir en el mismo, no saben qué carrera estudiar, etc. Es decir, pasan por situaciones en las que no saben cómo tomar una decisión o no saben cómo cambiar la situación en la que se encuentran.
De manera bastante general, en estos casos decimos que la persona está bloqueada. Y cuando una persona se encuentra bloqueada podemos atribuir este bloqueo a tres razones:
- La persona está bloqueada y no decide o no actúa porque no sabe qué hacer.
- La persona está bloqueada porque sabe que hacer pero no sabe cómo llevarlo a cabo.
- La persona está bloqueada porque saber qué hacer, sabe cómo llevarlo a cabo pero no los hace porque no es capaz de gestionar las consecuencias (o el precio) de todo ello.
Para cada una de estas situaciones, la psicología aporta diferentes soluciones que se adaptan al tipo de problema o situación, y sobre todo, al tipo de persona que sufre el bloqueo. De manera muy resumida, os explico cómo son las diferentes herramientas y soluciones que se han de aplicar en cada tipo de bloqueo.
Situación 1: la persona está bloqueada y no decide o no actúa porque no sabe qué hacer.
En este caso, el trabajo con el psicólogo se orienta a que la persona sea capaz de crear e identificar todas las posibles soluciones a su problema. Esto suele llamarse incapacidad estratégica, y en estos casos trabajamos para que la persona sea capaz de percibir diferentes posibles decisiones y buscar todas las alternativas posibles.
Situación 2: la persona está bloqueada porque sabe que hacer pero no sabe cómo llevarlo a cabo.
Esta situación es lo que los psicólogos llamamos incapacidad de acción. En este tipo de bloqueo, el trabajo con el psicólogo tiene como objetivo crear estrategias fáciles y específicas para llevar a cabo esos cambios que se buscan, ese plan o esa decisión que se quiere tomar.
A grandes rasgos, las personas con incapacidad de acción suelen tener problemas o bien para reaccionar (ocurre algo, sé que hacer pero no soy capaz de hacerlo), o bien, para no reaccionar (ocurre algo, sé que hacer pero no lo hago, las emociones me invaden y reacciono siempre de otra manera, hago siempre algo, pero no, aquello sé que tengo que hacer). El psicólogo en este tipo de bloqueo trabaja con la persona aplicando diferentes estrategias que le ayuden a reaccionar de la manera más eficaz.
Situación 3: la persona está bloqueada porque saber qué hacer, sabe cómo llevarlo a cabo pero no lo hace porque no es capaz de gestionar las consecuencias de todo ello.
En esta situación lo que identificamos es la llamada incapacidad de gestión. En estos casos el trabajo con el psicólogo se orienta hacia gestionar las sensación de base que provoca esta incapacidad, por ejemplo, nos referimos a sensaciones y emociones como el miedo, el dolor, el placer o la rabia.
Para cada tipo de emoción y sensación, se utilizan diferentes estrategias terapéuticas que buscan desbloquear a la persona y que ésta aprenda a gestionar lo que siente de manera más eficaz.
La dificultad para decidir es muy frecuente y se da en muchas situaciones y diferentes tipos de persona. Es muy importante que tengamos en cuenta que pensar indefinidamente en aquello que nos preocupa sin llevar a cabo ningún tipo de estrategia, nos puede llevar a una espiral infinita de dudas. En lugar de ayudarnos, seguir pensando, nos puede hacer sufrir o bloquearnos más.
Julia Marquez Arrico (Psicóloga)