Saltar al contenido

La Logopedia

A menudo, los logopedas nos encontramos que la población suele asociarnos con la típica frase de “el que enseña la R y la S” o “el que enseña a hablar a los niños”. Es una profesión que hasta hace relativamente poco era la gran desconocida y, aún ahora, sigue siéndolo, aunque en menor medida.

Por ello, hemos decidido redactar este blog a modo de resumen para ampliar los conocimientos sobre la logopedia y mostrar en qué puede ayudar un logopeda.

 

¿Qué es la logopedia?

La logopedia es la disciplina sanitaria que se ocupa de la prevención, la evaluación y el tratamiento de los trastornos de la comunicación humana (alteraciones en la voz, el habla, el lenguaje oral, escrito y gestual…) y de las alteraciones de la funciones orales (masticación, respiración…), tanto en población infantil como adulta.

Partiendo de la definición anterior, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la logopedia es una profesión relacionada con el mundo sanitario y no con el educativo (como suele creerse).

Dentro de las tareas que realiza un logopeda, existe la gran olvidada: prevención, con la cuál lo que se quiere conseguir es evitar posibles problemas futuros abordándolos antes de que aparezcan. Puede enfocarse como un trabajo de estimulación de habilidades o un programa de creación de estrategias.

Sumado a todo esto, podemos ver que el logopeda no sólo trata a población infantil sino que también abarca las edades juveniles y adultas.

 

 

¿En qué puede ayudarme el logopeda?

El logopeda puede intervenir en los problemas de la audición, del habla (rotacismo, sigmatismo, disartrias…), del lenguaje verbal (retrasos, afasias…) y no verbal, de la lectura y escritura, de la voz…

A continuación, detallaremos otras alteraciones en las que intervenimos los logopedas, pero que no son tan conocidas o no se nos relaciona con ellas:

  • Disgrafia: una cosa es que una persona tenga mala letra y otra muy distinta es que el patrón motor que utiliza cuando escribe sea erróneo o no sea lo suficientemente bueno como para poder escribir con claridad.
  • Respiración: la respiración suele verse afectada por varias circunstancias de la vida diaria y, si no se tiene un buen control respiratorio, suele causar problemas a la larga como cansancio o fatiga, alteraciones en la voz…
  • Deglución atípica: en estos casos, al tragar la lengua suele empujar los dientes. El problema de la deglución atípica es que, si no se soluciona, suele derivar en problemas maxilofaciales y dentales, con necesidad de llevar ortodoncia en la mayoría de los casos.
  • Disfagia: incapacidad para poder realizar correctamente la deglución en alguna de sus fases (masticación, salivación, formación del bolo…) de algunas texturas y/o alimentos.
  • Prevención de lesiones en las cuerdas vocales: establecer unos buenos hábitos de higiene vocal y patrones de fonación, reduce considerablemente la aparición de lesiones en las cuerdas vocales (nódulos, pólipos…) sobre todo en poblaciones de riesgo tales como profesores, telefonistas, locutores…
  • Estimulación precoz: exista o no una patología de base, la estimulación precoz siempre beneficia a los niños y niñas. Empezar a trabajar en edades muy tempranas, puede mejorar las habilidades comunicativas y lingüísticas del niño y su entorno.
  • Trabajo familiar para aprender estrategias que mejoren las habilidades comunicativas y, de esta manera, conseguir intercambios comunicativos ricos que fomenten un buen uso del lenguaje y todo lo relacionado con éste (emociones, sociabilidad, pensamiento abstracto…). Este tipo de trabajo funciona muy bien en los casos que existe alguna patología como sordera, autismo, síndrome de Down…
  • Presbiacusia (pérdida de la audición por la edad): cuando se empieza a perder audición, la persona afectada suele dejar de intervenir en conversaciones y se encierra en si misma. Aprender estrategias que le permitan compensar este déficit, mejora considerablemente su calidad de vida.
  • Sistemas alternativos o aumentativos de la comunicación: cuando el lenguaje o el habla son totalmente ininteligibles o, directamente, no existe lenguaje los sistemas alternativos de la comunicación suelen ayudar a que la persona pueda intercambiar ideas y pensamientos con su entorno.

Este es un pequeño resumen de las funciones que tiene un logopeda. Si necesita asesoramiento sobre algún problema relacionado con las funciones orofaciales o auditivas, no dude en ponerse en contacto con un logopeda para resolver sus dudas y, si fuera necesario, recibir el tratamiento adecuado.

 

Marta Pérez (Logopeda)