¿Qué es la dislexia?
La dislexia es una dificultad del aprendizaje que afecta a la lectura y a la escritura. Esto hace que el rendimiento del niño o niña sea más bajo que el que se esperaría por su edad, cociente intelectual y sus años de escolaridad. El problema es que este bajo rendimiento afecta al aprendizaje o a las situaciones de la vida diaria en que es necesaria la lectura o la escritura.
Además de estar afectadas estas áreas, los niños y niñas que tienen dislexia también muestran dificultades en otros ámbitos como la memoria visual, la atención, la expresión oral, el cálculo…
Es el trastorno del aprendizaje más estudiado ya que afecta, aproximadamente, a un 15% de la población. Es importante una detección precoz para poder intervenir en los primeros síntomas y, así, reducir las dificultades que aparecerán posteriormente.
Para entender la dislexia y sus errores más típicos, debemos conocer las dos rutas por las cuales ejecutamos la lectura:
- Ruta fonológica: es la que usan los primeros lectores o los que leen una palabra en otro idioma por primera vez. Es una lectura lenta, en la que se deletrean o silabean las palabras.
- Ruta visual: es la que utilizamos la mayoría de nosotros, en la cual únicamente se echa un vistazo rápido a la palabra, sin necesidad de fijarse en cada letra, y se sabe en seguida de qué término se trata porque es familiar.
Tipos de dislexia
A partir de las rutas de lectura, se establecieron 3 tipos de dislexia:
- Dislexia fonológica: muestran dificultades para utilizar la ruta fonológica. Presentan dificultades a la hora de leer o escribir palabras desconocidas, infrecuentes, polisílabas y pseudopalabras (palabras sin significado, por ejemplo CAURO). Son capaces de leer y escribir correctamente la mayoría de las palabras familiares.
- Dislexia visual: las dificultades se encuentran en la ruta visual, por lo tanto, leen por ruta fonológica. Esto provoca que sean más lentos en la lectura porque no tienen la ventaja de la familiaridad.
- Dislexia profunda: presentan dificultades en ambas rutas de lectura, por lo tanto, la sintomatología es una mezcla de las dos anteriores.
Signos de alerta
Existen una serie de signos de alerta que nos pueden ayudar a detectar una posible dislexia o un trastorno de la lectoescritura. Si su hijo o hija:
- Confunde letras parecidas que sólo se diferencian por la direccionalidad. Por ejemplo, las letras b, d, q, p.
- Al leer, deletrea o silabea mal las palabras, por ejemplo, la palabra tomate la silabea así: tom – at – e.
- Se queja de que se le juntan las líneas de un texto y no las ve bien.
- Lee excesivamente lento.
- Le cuesta leer palabras que ha visto muchas veces escritas: casa, familia, perro…
- Al escribir, separa incorrectamente las palabras o une palabras. Por ejemplo: “alcaer”, “elpe rro”…
- Realiza muchos errores ortográficos, incluso en la copia.
- Escribe en espejo, por ejemplo la palabra casa la escribe
- Escribe una misma palabra de diversas maneras, es decir, si en un dictado aparece la palabra fábrica varias veces, la escribe una primera vez fabrica, la siguiente favrica, la siguiente fabrika…
- No acentúa la mayoría de las palabras, aunque se haya aprendido las reglas de acentuación.
- Convierte pseudopalabras en palabras con significado para él/ella, por ejemplo torco lo lee tronco.
- Realiza errores derivativos, es decir, empieza a leer la palabra y la acaba como quiere, sin acabar de leerla. Por ejemplo, dice majestad en vez de majestuoso.
- Cambia el léxico funcional (preposiciones, conjunciones…), es decir, si en una oración pone “el perro DE María”, lee “el perro Y María”.
Si cree que su hijo o hija muestra algunos de los errores comentados anteriormente, no dude en ponerse en contacto con nosotros y estaremos encantados de realizar una valoración de sus habilidades de lectura y escritura.
Marta Pérez Alonso
(Logopeda)