Este post hace referencia a la estimulación del lenguaje, sin que haya aparentemente ninguna patología ni dificultad de base. Para retrasos del habla pinchar en el siguiente enlace: trastorno específico del lenguaje.
Uno de los aprendizajes más importante que los niños y las niñas adquieren en sus primeros años de vida es el poder de comunicación, con ella se producen las primeras interacciones sociales, la comprensión del mundo que les rodea, el aprendizaje de nuevos conceptos, etc …
Algunos niños empiezan a hablar y lo hacen de una manera muy fluída, sin que en esa evolución aparezca ni un ápice de dificultad, y en otros casos nos encontramos con niños y niñas (en menor medida) que evolucionan de manera más torpe, dificultades para producir los sonidos del habla de manera correcta o que dudan o se bloquean al hablar.
Sin duda, la familia es la primera fuente de experiencias para el desarrollo del lenguaje en los niños, y cada familia tiene sus propias características. No obstante, hay un factor que es crucial en el buen desarrollo de la comunicación y que todas las familias deben de poner en marcha, la estimulación del lenguaje.
Sabéis cómo hacerlo? Sabéis qué es lo que estáis haciendo bien y lo que estáis haciendo “regular-mal”?
A continuación os detallo una lista de preguntas y/o comentarios que los logopedas, muy frecuentemente escuchamos en consulta:
“Cuando salimos del colegio, le pregunto qué tal fue y me dice bien, le pregunto qué han hecho y me contesta nada o no sé, no lo veo normal”
Es totalmente normal, los niños no tienen la capacidad de ordenar hechos y clasificarlos como lo hacemos los adultos. Los adultos podemos explicar un día de Trabajo de manera cronológica, con comentarios positivos o negativos, señalar lo más relevante y obviar lo más banal. Los niños no. Por ello, debemos de ser más “detectives”, hacer preguntas más concretas, “ Has hecho gimnasia hoy?”, “has salido al patio?”, “En el comedor, te acuerdas de lo que comiste?” … Estas preguntas permitirán a tu hijo interactuar, responder con certeza y crear un canal de comunicación sin estress y sobre todo, mucho mas enriquecedor.
“Está mirando la televisión y no me hace caso, tengo que llamarle treinta veces para que venga”
Vivimos en un mundo casi completamente tecnológico, nos invaden juguetes y aparatos de lo más llamativos y de lo más acaparadores, por ello, cuando una persona quiere llamar nuestra atención tiene que saber que esta compitiendo contra un gran rival. Pero, y si nuestro hijo, realmente no nos oye? Te remito nuevamente al post de trastorno específico del lenguaje.
“Me dice que le cuente un cuento pero no me presta atención, o me dice que le gustaría mas que fuera de otra manera, ya no se que hacer, nada le gusta”
No hay mejor manera de “enganchar” a un niño a un cuento que un cuento creado entre los dos. En este caso estamos hablando de niños a partir de 4 años. Los niños, a veces, no disfrutan con el cuento en papel, prefieren escuchar a sus padres, a sus primos, a sus abuelos, a quien sea, explicarles alguna historia pintoresca y divertida. Pues hacedlo, inventaros personajes, y haced a vuestro hijo partícipe de la historia, que empiece el y continuad vosotros, o al revés. Convertíos en cuenta cuentos. Disfrutaréis el doble.
Hasta aquí la pequeña pincelada y el pequeño consejo de la semana. Os animo a que disfrutéis de la comunicación y de su estimulación, que nunca termina.
Belén Novoa (Logopeda)