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El psicólogo en la cirugía de reducción de estómago

Es posible que si estás esperando tu turno para una cirugía de reducción de estómago (balón gástrico, cirugía bariátrica, por ejemplo), te hayan derivado a un psicólogo que te haga una valoración y pienses ¿qué tendrá que ver un psicólogo en todo esto?

Hoy me gustaría explicaros la importancia del psicólogo en los procedimientos de reducción de estómago y cómo en Neuroespai podemos ayudarte.

Hay dos ideas principales: La primera es que nuestra sociedad, nuestra cultura, nuestra familia y nuestro entorno, juegan un papel muy importante en la concepción y las creencias relacionadas con nosotros mismos y nuestras relaciones. La segunda, pero no menos importante, es que mente y cuerpo están muy unidos y cualquier transformación física implica también una transformación psicológica.

Históricamente, el pensamiento tiene un tinte mágico. La mitología, los cuentos, las fábulas, las historias de héroes y de superhéroes que nos han servido para darle explicación a fenómenos de la vida, han usado la transformación del cuerpo como un disfraz del pensamiento mágico y también para darnos la fantasía del superpoder y la transformación: el hombre que es mitad hombre, mitad animal, las sirenas, el hombre araña, el hombre lobo, el hombre murciélago y una gran lista de ejemplos. Por otro lado, cabe destacar, que nuestros tiempos están invadidos de ideas de inmediatez, de exigencias y satisfacciones inmediatas por lo que, a través del pensamiento mágico, una persona puede tener lo que desea inmediatamente. Como bien se sabe, hoy en día el culto al cuerpo es una constante en nuestra vida, en la televisión, en nuestras amistades, en los anuncios, en las marcas deportivas y alimentos y, conjuntamente, los alimentos exóticos, las dietas milagro, las cremas y maquillajes, terapias purificadoras y un sinfín de ejemplos nos quieren demostrar que una persona es capaz de hacerse escultora de su propio cuerpo.

Si bien una cirugía de reducción de estómago conlleva una transformación física, NO es un procedimiento estético, sino de salud. Que además, conlleva un cambio en cuestiones identitarias. Es el primer paso de un proceso físico y psicológico en el que la persona tiene que formar parte activa. Si esto no se tiene en cuenta, la probabilidad de fracaso de la cirugía es muy alta. En un primer momento se puede perder mucho peso, pero si no se adquieren unos buenos hábitos alimentarios y de salud constantes, con el tiempo se puede recuperar peso de nuevo.

Este es el procedimiento standard que se suele seguir para este tipo de intervenciones:

  1. Selección (cirujano, endocrino, psicólogo). Donde se recoge toda la información clínica del paciente, que es muy importante para seleccionar a los pacientes que mejor pueden aprovechar este tipo de procedimientos.
  2. Pruebas médicas-físicas.
  3. Dieta pre-operatoria. A pesar de que esto sorprende a muchos pacientes, es muy importante empezar a perder peso antes de la intervención. Esta pieza es clave para comenzar el proceso de transformación y adquisición de hábitos alimentarios. Esto es lo que da muchos puntos para que el equipo de selección valore las probabilidades de éxito del tratamiento.
  4. Intervención quirúrgica
  5. Seguimiento post-operatorio. Esta etapa es muy importante porque es muy necesario realizar un acompañamiento en la transformación del cuerpo, ya que al formar parte de la identidad propia, cualquier cambio nos afecta, por lo que hay que acogerlo y asentarlo poco a poco.

El trabajo del psicólogo con los trastornos de la conducta alimentaria y la obesidad engloba muchas personas diferentes pero en este tipo de tratamientos, hay dos grupos de pacientes: el paciente que ha adquirido malos hábitos en la alimentación desde pequeño/adolescente porque en su familia existen antecedentes de obesidad (madre, padre, hermano, abuela…) o aquellas personas que modifican su manera de alimentarse a raíz de una pérdida, una separación, un cambio metabólico, un trauma u otras circunstancias repentinas e impactantes para la persona. Nuestros hábitos están relacionados directamente con la manera que tenemos de enfrentarnos a las adversidades.

Parece sencillo pensar que la cirugía me va a cambiar el cuerpo, y así es, pero la misma cirugía no tiene la capacidad, por sí sola, de transformar la identidad que se modifica físicamente, ni los hábitos de alimentación, ni el vínculo estrecho que existe entre la alimentación y la emoción. A nadie le sorprende si nos dicen que es fácil recurrir a la comida cuando se está triste o herido. Por lo que es de vital importancia el hacer una buena valoración y trabajo a nivel personal sobre la manera que tiene cada uno de relacionarse con la comida y las funciones que esta cumple, además de la nutritiva.

Es cierto que esta especialidad del trabajo del psicólogo no es muy conocida por lo que creemos importante informar y llegar a aquellas personas que viven en Badalona o Maresme para que no se tengan que desplazar a otros lugares para realizar un buen tratamiento.

Si tienes más dudas, estaremos encantados de ayudarte.

 

Amalia Muñoz (Directora y Psicóloga)